Para el cuerpo utilizo un jabón sólido y una esponja de luffa para limpiar y exfoliar en profundidad.
La esponja de luffa que utilizo en realidad es un estuche, ya que puedes colocar en su interior trozos de jabón sólido, para guardarlos o para ayudarte a generar más espuma. También es muy práctico para meter los restos de jabones sólidos cuando estos ya son muy pequeños y aprovecharlos al máximo. Además esta esponja dura muchísimo, si la cuidas correctamente. Yo hace más de un año que la tengo y está perfecta; solo tienes que dejar que se seque por completo después de cada uso. Para ello puedes colgarla del cordel que lleva incorporada.
Os dejo los dos productos a continuación.