¿Te habías planteado alguna vez lo perjudiciales para el planeta que son las compresas y tampones de usar y tirar?
Para fabricar estos productos se utilizan derivados del petróleo, blanqueadores y algodón que, si no es eco, seguramente habrá hecho uso de pesticidas. Todo esto conlleva una doble contaminación: durante la fabricación de los productos (recursos, energía, transporte, componentes químicos…) y después de su uso, ya que son productos que no se pueden reciclar (con lo que terminan en vertederos, incineradoras o contaminando el planeta).
Optar por productos más sostenibles es bueno para el planeta, sin duda, pero también para ti, y te va a permitir vivir la menstruación desde otra perspectiva. Por ejemplo, y desde mi experiencia:
- Usando productos reutilizables entras en contacto con tu regla, con tu sangre, y lo vives como algo normal, no como algo que hay que esconder y tirar.
- Al ver y tocar la sangre te das cuenta de que la regla NO HUELE MAL. Al usar toda la vida compresas y tampones con componentes sintéticos, todas tenemos tendencia a relacionar regla con ‘mal olor’. Pero no es la regla lo que huele mal, es la sangre cuando entra en contacto con esos productos.
- No contaminas y esa sensación es maravillosa: desde hace 3 años no he generado ni tirado ni un solo producto de higiene íntima desechable.
A continuación os cuento los 3 cambios que yo llevé a cabo para conseguir una menstruación sostenible (y por este orden)